Soyperegrino aquí En este mundo triste No tengo hogar Donde morar Voy caminando con Muchas dificultades Pero en el cielo Está mi hogar Yo he de luchar Para tener mi hogar con Jesús mi Rey Yo he de sufrir Para poder ganar Una corona está Allá en el cielo Que si soy fiel La tengo que ganar En medio del dolor Siento el amor de Cristo
Esun viaje interior que, aunque en la mayoría de las ocasiones no sea el objetivo del viaje, lleva a replantearse el sentido de la vida. El Camino de Santiago es una ruta de peregrinación operativa desde el año 950. Durante la Edad Media fue un acto de devoción y penitencia. En la actualidad, ha perdido, de forma general, este sentido Resideen esta tierra y yo estaré contigo y te bendeciré, porque a ti y a tu descendencia daré todas estas tierras, y confirmaré contigo el juramento que juré a tu padre Abraham. Génesis 26:24 Y el SEÑOR se le apareció aquella misma noche, y le dijo: Yo soy el Dios de tu padre Abraham; no temas, porque yo estoy contigo. Pareceque ha perdido el timón. Miras con miedo y no tienes confianza. Iglesia peregrina de Dios. Una esperanza nos llena de alegría. Presencia que el señor prometió. Vamos cantando el viene con nosotros. Iglesia peregrinaEstoyen Egipto,Dios está supliendo mis necesidades,tengo una familia,crece,hemos prosperado económicamente,y principalmente hemos dado a conocer en toda la tierra de Egipto y al Faraón,que Jehová es nuestro Dios,el ÚNICO Y VERDADERO DIOS.pero José,voy a morir,soy peregrino,y estaré delante del creador y todos aquellos que sonElapóstol Pedro ilustra en su carta lo que significa ser peregrinos a través de la historia del pueblo de Israel. Encontramos tres hechos importantes en los que debemos meditar: 1. Israel fue redimido de la esclavitud en Egipto. Esto marcó el comienzo de su peregrinaje como pueblo de Dios. Perola palabra de Dios nos declara una verdad espiritual que no fue enseñada por ningún filósofo, sociólogo o pensador sino por nuestro Señor Jesucristo: Aunque vivimos en el mundo, no somos de este mundo (Juan 17:14-16) Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del